lunes, 16 de enero de 2012

postheadericon JESUS EL CRISTO EN LOS CAMPOS DE BATALLA

"Extrañas narraciones llegaban a nosotros en las trincheras. A lo largo de la línea de trescientas millas que hay desde Suiza hasta el mar, corrían ciertos rumores, cuyo origen y veracidad ignorábamos nosotros. Iban y venían con rapidez, y recuerdo el momento en que mi compañero Jorge Casay, dirigiéndome una mirada extraña con sus ojos azules, me preguntó si yo había visto al amigo de los heridos, y entonces me refirió lo que sabía respecto al particular. Me dijo que, después de muchos violentos combates, se había visto un hombre vestido de blanco inclinándose sobre los heridos. Las balas lo cercaban, las granadas caían a su alrededor, pero nada tenia poder para tocarle. Él era un héroe superior a todos los héroes, o algo más grande todavía. Esté misterioso personaje, a quien los franceses llaman "el camarada vestido de blanco", parecía estar en todas partes a la vez: en Nancy, en la, Argona, en Soissons, en Iprés; en dondequiera, que hubiese hombres hablando de él con voz apagada. Algunos, sin embargo, sonreían diciendo que las trincheras hacían efecto en los nervios de los hombres. Yo, que con frecuencia era descuidado en mi conversación, exclamaba que para creer tenía que ver, y que necesitaba la ayuda de un cuchillo germánico que me hiciera, caer en tierra, herido. Al día siguiente los acontecimientos se sucedieron con gran viveza en este pedazo del frente. Nuestros grandes cañones rugieron desde el amanecer hasta la noche, y comenzaron de nuevo a la mañana. Al medio día recibimos orden de tomar las trincheras de nuestro frente. Estas se hallaban a doscientas yardas de nosotros y no bien habíamos partido, comprendimos que nuestros gruesos cañones habían fallado en la preparación. Se necesitaba un corazón de acero para marchar adelante pero ningún hombre vaciló. Habíamos avanzado ciento cincuenta yardas cuando comprendimos que íbamos mal. Nuestro capitán nos ordenó ponernos a cubierto, entonces precisamente fui herido en ambas piernas. Por misericordia divina caí dentro de un hoyo. Supongo que me desvanecí, porque cuando abrí los ojos me encontré solo. Mi dolor era horrible; pero no me atrevía a moverme porque los alemanes no me viesen, pues estaba a cincuenta yardas de distancia, y no esperaba a que se apiadasen de mí. Sentí alegría cuando comenzó a anochecer. Había junto a mí algunos hombres que se habrían considerado en peligro en la oscuridad, si hubiesen pensado que un camarada estaba vivo todavía. Cayó la noche, y bien pronto oí unas pisadas no furtivas, sino firmes y reposadas, como si ni la oscuridad ni la muerte pudiesen alterar el sosiego de aquellos pies. Tan lejos estaba yo de sospechar quién fuese el que se acercaba, que aunque percibí la claridad de los blancos en la oscuridad, me figuré que era, algún labriego en camisa, y hasta se me ocurrió si sería una mujer demente. Mas de improviso, con un ligero estremecimiento, que no sé si fue de alegría o de terror, caí en la cuenta que se trataba del "camarada vestido de blanco", y en aquel mismo instante los fusiles alemanes comenzaron a disparar. Las balas podían apenas errar tal blanco, pues él levantó sus brazos como en súplica, y luego los retrajo, permaneciendo al modo de una de esas cruces que tan frecuentemente se ven en las orillas de los caminos de Francia. Entonces habló; sus palabras parecían familiares; pero todo lo que yo recuerdo fue el principio: "Sí, tú has conocido"... Y el fin: "Pero ahora ellos están ocultos a tus ojos"...

"Entonces se inclinó, me cogió en sus brazos (a, mí que soy el hombre más corpulento de mi Regimiento), y me transportó como a un niño. Supongo que me quedé dormido, porque cuando desperté, este sentimiento se había disipado. Yo era un hombre y deseaba saber lo que podía hacer por mi amigo para ayudarle y servirle. Él estaba mirando hacia el arroyo, y sus manos estaban juntas, como si orase; y entonces vi que él también estaba herido. Creí ver como una herida desgarrada en su mano, y conforme oraba, se formó una gota de sangre que cayó a tierra. Lancé un grito sin poderlo remediar, porque aquella herida me pareció más horrorosa que las que yo había visto en esta amarga guerra.

"Estáis herido también (dije con timidez) Quizá me oyó, quizá lo adivinó en mi semblante; Pero contestó gentilmente: Esa es una antigua herida, pero me ha molestado hace poco". Y entonces noté con pena que la misma cruel marca aparecía en su pie. Os causará admiración el que yo no hubiese caído antes en la cuenta; yo mismo me admiré. Pero tan sólo cuando yo vi su pie, le conocí: "EL CRISTO VIVO". Yo se lo había oído decir al Capellán unas semanas antes pero ahora comprendí que él había venido hacia mí (hacia mí, que le había distanciado de mi vida en la ardiente fiebre de mi juventud) Yo ansiaba hablarle y darle las gracias; pero me faltaban las palabras. Y entonces él se levantó y me dijo: "Quédate aquí hoy junto al agua; yo vendré por ti mañana; tengo alguna labor para que hagas por mí". En un momento se marchó; y mientras lo espero, escribo esto para no perder la memoria de ello. Me siento débil y solo, y mi dolor aumenta; pero tengo su promesa; yo sé que él ha de venir mañana por mí".

MARIO ROSO DE LUNA  (FRAGMENTO) DEL LIBRO  "QUE MATA A LA MUERTE"
lunes, 2 de enero de 2012

postheadericon SERENIDAD Y PACIENCIA


Se nos dijo en el Templo que debíamos aguardar con infinita paciencia al Abad del Monasterio; mas es evidente que las horas transcurrían largas y aburridoras, con una monotonía insoportable; el Venerable no parecía ciertamente tener prisa alguna.
Algunos de esos Veteranos de la Primera Montaña se movían por doquiera, aquí, allá y acullá, protestando impacientes por la singular demora del Superior.
Hay casos que sorprenden en la vida y uno de ellos fue la asombrosa entrada del Abad en el Templo. Todos los Hermanos de la Orden Sagrada quedamos estupefactos, pues algunos de los nuestros ya habían perdido la esperanza de ver al Maestro.
Frente a la Sacra Cofradía habló el Venerable, diciendo: "A ustedes, Hermanos, les hace falta dos virtudes que este hermano tiene". Esto dijo a tiempo que me señalaba con el dedo índice.
Posteriormente, en forma dulce e imperativa a la vez, me ordenó así: "Dígales Ud. Hermano, cuáles son esas dos virtudes".
"Hay que saber ser pacientes, hay que saber ser serenos", exclamé con voz pausada y clara...
"¿Ya ven? ¿Se convencieron?" Prorrumpió el Abad con gran solemnidad. Todos los Adeptos espantados y maravillados a la vez, optaron por guardar un respetuoso silencio.
Incuestionablemente todos los miembros de la Congregación, a excepción mía, hubieron entonces de ser aplazados, pues sólo mi insignificante persona que nada vale, salió victoriosa en la difícil prueba.
El austero Hierofante me obsequió luego una hermosa naranja; yo capturé de inmediato su honda significación...

(FRAGMENTO) DEL LIBRO "LAS TRES MONTAÑAS " DEL V.M. SAMAEL AUN WEOR
lunes, 14 de noviembre de 2011

postheadericon LAS 7 REGLAS DE PARACELSO




1.- Lo primero es mejorar la salud. Para ello hay que respirar con la mayor frecuencia posible, honda y rítmica, llenando bien los pulmones, al aire libre o asomado a una ventana. Beber diariamente en pequeños sorbos, dos litros de agua, comer muchas frutas, masticar los alimentos del modo más perfecto posible, evitar el alcohol, el tabaco y las medicinas, a menos que estuvieras por alguna causa grave sometido a un tratamiento. Bañarte diariamente, es un habito que debes a tu propia dignidad.
2.- Desterrar absolutamente de tu ánimo, por más motivos que existan, toda idea de pesimismo, rencor, odio, tedio, tristeza, venganza y pobreza. Huir como de la peste de toda ocasión de tratar a personas maldicientes, viciosas, ruines, murmuradoras, indolentes, chismosas, vanidosas o vulgares e inferiores por natural bajeza de entendimiento o por tópicos sensualistas que forman la base de sus discursos u ocupaciones. La observancia de esta regla es de importancia decisiva: se trata de cambiar la espiritual contextura de tu alma. Es el único medio de cambiar tu destino, pues este depende de nuestros actos y pensamientos. El azar no existe.
3.- Haz todo el bien posible. Auxilia a todo desgraciado siempre que puedas, pero jamás tengas debilidades por ninguna persona. Debes cuidar tus propias energías y huir de todo sentimentalismo.
4.- Hay que olvidar toda ofensa, mas aun: esfuérzate por pensar bien del mayor enemigo.Tu alma es un templo que no debe ser jamás profanado por el odio. Todos los grandes seres se han dejado guiar por esa suave voz interior, pero no te hablará así de pronto, tienes que prepararte por un tiempo; destruir las superpuestas capas de viejos hábitos, pensamientos y errores que pesan sobre tu espíritu, que es divino y perfecto en si, pero impotente por lo imperfecto del vehículo que le ofreces hoy para manifestarse, la carne flaca.
5.- Debes recogerte todos los días en donde nadie pueda turbarte, siquiera por media hora, sentarte lo más cómodamente posible con los ojos medio entornados y no pensar en nada. Esto fortifica enérgicamente el cerebro y el Espíritu y te pondrá en contacto con las buenas influencias. En este estado de recogimiento y silencio, suelen ocurrírsenos a veces luminosas ideas, susceptibles de cambiar toda una existencia. Con el tiempo todos los problemas que se presentan serán resueltos victoriosamente por una voz interior que te guiara en tales instantes de silencio, a solas con tu conciencia. Ese es el Daimon de que habla Sócrates.
6.- Debes guardar absoluto silencio de todos tus asuntos personales. Abstenerse, como si hubieras hecho juramento solemne, de referir a los demás, aun de tus más íntimos todo cuanto pienses, oigas, sepas, aprendas sospeches o descubras. Por un largo tiempo al menos debes ser como casa tapiada o jardín sellado. Es regla de suma importancia.
7.- Jamás temas a los hombres ni te inspire sobresalto el Día de mañana. Ten tu alma fuerte y limpia y todo te saldrá bien. Jamás te creas solo ni débil, porque hay detrás de ti ejércitos poderosos, que no concibes ni en sueños. Si elevas tu espíritu no habrá mal que pueda tocarte. El único enemigo a quien debes temer es a ti mismo. El miedo y desconfianza en el futuro son madres funestas de todos los fracasos, atraen las malas influencias y con ellas el desastre.
Paracelso.  
viernes, 28 de octubre de 2011

postheadericon Leyenda budista :semillas de salvación



Esta es la historia de un niño pequeño que murió El padre del niño había muerto con anterioridad, y la madre sólo vivía para su hijo, aquél niño era toda su vida, La madre estuvo a punto de volverse loca de dolor, no quería que llevasen a su hijo al crematorio, y lo llevaron ante Buda

-Sálvalo. Haz que vuelva a la vida..
- Imploró la madre
-Bien, dijo Buda; pero antes tienes que cumplir una condición.
Ve al pueblo y tráeme unas pocas semillas de mostaza, de una casa donde nunca haya
muerto nadie…
-La madre fue de casa en casa, en todas las casas le decían lo mismo, podemos darte todas las semillas de mostaza, pero aquí muchos de nuestra familia han muerto.
Al llegar la noche, la mujer tuvo un gran despertar.
Había ido por todo el pueblo y había obtenido siempre la misma respuesta.
Esa noche fue consciente de que la muerte es una realidad de la vida que no puede ser cambiada.
-Y reconoció. Aunque mi hijo viviese unos años más, tendría que volver a morir.
-Entonces dejó de llorar, estaba tranquila.
Se posó a los pies de Buda y este le dijo: -¿Dónde están las semillas de mostaza?-

La mujer sonrió y dijo:- Me has echo pensar, lo pasado, pasado está.
Ahora lo que me preocupa es cómo encontrar la verdad que nunca muere, esa verdad que es la vida misma.
jueves, 13 de octubre de 2011

postheadericon LA NIÑEZ DESAMPARADA

Hemos vistos en noches largas de invierno, a muchos niños hambrientos y desnudos, vagar por las calles de las grandes ciudades, buscando angustiados un refugio donde pasar la noche. Los hemos visto abrigados con papeles sucios en las afueras de las lujosas metrópolis. Todavía llegan a nuestros oídos aquellas palabras inocentes de estos infelices: “HERMANITO... TAPÉMONOS BIEN PORQUE NOS HACE DAÑO LA LUNA”. Pobrecitos... pobrecitos... pobrecitos...
Para ellos no existen los flameantes cochecitos que tanto alegran a los niños bien, para ellos no hay jugueticos, ni fiestas navideñas, para ellos no existe una palabra piadosa que diga ¡hijito mío! Cuando estos pobres niños de la calle llegan a una lujosa mansión solicitando un pan, ladran los elegantes perros mejor cuidados que ellos, y el ama de casa les arrojan a la puerta diciendo: “VAGABUNDOS, A TRABAJAR, ¡NO MOLESTEN!, Si ustedes siguen molestando llamaré a la policía para que se los lleven”.
A veces los grandes señores les arrojan una moneda, o las damas elegantes que orgullosas transitan por las calles les dan un pan o un dulce sintiéndose después inmensamente satisfechas de su gran caridad.
Hemos visto a estos pobrecitos niños de la calle huyendo desesperados del gendarme que los persigue para llevarlos a la cárcel o en el mejor de los casos a un asilo de huérfanos semejante a una cárcel de la peor calidad. No existe compasión para los infelices niños que huérfanos ambulan hambrientos y desnudos por la calle. Para ellos no hay lujosos colegios, ni bellos vestidos.
Realmente la crueldad que cada ser humano lleva dentro, se expresa fuera como falta de legítima caridad para los desamparados. El individuo es cruel y malvado, y así es la sociedad que el mismo ha creado. ¿Cuándo será el día en que grupos de damas y caballeros verdaderamente caritativos se asocien para brindar a estos niños pobres, elegantes y bellos hogares infantiles? ¿Hermosos colegios? ¿Y resplandecientes comedores? ¿Cuándo? ¿Cuándo? ¿Cuándo?.
Sólo cuando cada individuo se haga consciente de su propia crueldad, sólo cuando comprendamos que somos EGOÍSTAS Y CRUELES. Necesitamos no justificar la crueldad. Necesitamos no condenar la crueldad. Si justificamos la crueldad entonces la reforzamos. Si condenamos la crueldad entonces ésta desaparece de la superficie mental y se sumerge dentro de las profundidades de la mente asumiendo nuevas características y formas de expresión. Es indispensable comprender profundamente la crueldad en todos los niveles de la Conciencia. Sólo así desaparecerá la crueldad, sólo así nacerá en nosotros en forma clara y espontánea algo nuevo: ese algo es la verdadera caridad consciente.
Es indispensable que grupos de personas verdaderamente caritativas se asocien para trabajar por la niñez desamparada y afligida. Sólo así es posible brindar a estos pobres niños pan, abrigo y refugio. Sólo así es posible abrir lujosos colegios para estos niños desamparados. Estos bellos niños son también seres humanos. Ellos no son menos que nadie, son tan humanos como los niños ricos, son tan bellos como los hermosísimos niños elegantes. Tienen los mismos derechos de los ricos y la sociedad debe reconocerles sus derechos. La crueldad para con estos niños no admite justificación.
Los devotos de todas las religiones, los hermanos de todas las escuelas, ordenes, logias y sociedades ocultas pueden tomar la iniciativa y asociarse para resolver este problema de la infancia desamparada.
Ha llegado la hora de practicar la caridad enseñada por los maestros y sacerdotes de todos los tiempos. Las palabras que se dijeron entre el arrullo de las palomas bajo los sagrados pórticos de todos los templos, deben ahora convertirse en realidad concreta.
La caridad consciente es el bálsamo milagroso que puede consolar nuestro adolorido corazón.
Cuán doloroso es ver a los niños pobres y sucios, miserables y descalzos andando por las lujosas calles de las metrópolis. Los miembros de todas las religiones, los devotos de todas las sectas, los obreros de todas las fábricas, la gente de todas las industrias, deben asociarse y trabajar por estos infelices.


V.M. SAMAEL AUN WEOR


sábado, 1 de octubre de 2011

postheadericon LA VERDADERA MARÍA



Ante los ojos del Alma desaparecen por completo las púrpuras y sedas con que se ha querido envolver el recuerdo de María, la Divina Madre de Jesús de Nazaret.

No fue María aquella verdad mundanal pintada en todas las acuarelas.

Con los ojos del Espíritu sólo contemplamos una virgen morena quemada por el sol del desierto. Ante nuestras atónitas miradas espirituales se desdibujan esbeltos cuerpos y rostros provocativos de figuras femeninas, para aparecer en su lugar una mujercita sencilla de pequeña estatura, cuerpo delgado, rostro pequeño y ovalado, nariz roma, labio superior algo saliente, ojos gitanos y amplia frente.

Aquella humilde mujer vestía con túnica color carmelita o marrón y sandalias de cuero.

Caminando a través de los desiertos africanos rumbo a la tierra de Egipto, parecía una pródiga con su túnica vieja y rota, y su rostro moreno humedecido en copioso sudor.

No es María aquella estatua púrpura y diamantes que hoy adorna la catedral de Notre Dame de París. No es María aquella estatua cuyos dedos de armiño, engarzados en puro oro, alegra las procesiones de la casa parroquial.

No es María aquella beldad inolvidable que desde niños contemplamos sobre los suntuosos altares de nuestras iglesias pueblerinas, cuyas campanas metálicas alegran los mercados de nuestras parroquias.

Ante nuestros sentidos espirituales sólo vemos una virgen morena quemada por el sol del desierto.

Ante la vista del espíritu desaparecen por completo todas las fantasías para aparecer en su lugar una pródiga humilde, una humilde mujer de carne y hueso.

SAMAEL AUN WEOR
miércoles, 28 de septiembre de 2011

postheadericon TODO IRRADIA



Es un principio de Ocultismo. Todo tiene su aura peculiar, su irradiación áurica, y
este principio también viene a cumplirse en la acción de las Palabras. Cuando un hombre
adelantado pronuncia una palabra, observamos inmediatamente como se extiende y propaga el aura de la palabra mencionada. 
El sonido que escucha nuestro oído, es el cuerpo materialde la misma, mientras que el aura viene a ser su cuerpo etéreo.
En el Avesta de Zaratustra, se habla de la esencia de la Palabra, 
de su alma, que es Ahura Mazdah.
En la filosofía Mimansa y en el Mantram Yoga, vemos los elementos metafísicos
del Lenguaje que ellos traducen y explican como imaginación y poder. He aquí, pues, que poder e imaginación son dos problemas esenciales y de primera resolución dentro del campo Rosa-Cruz.
La imaginación volitiva creadora, es la Clave para trasladar a la conciencia normal
todos los procesos subconscientes. Novalis, habla de un dinamismo espiritual dentro del
Lenguaje y da con ello el primer paso hacia la Ciencia de los Mantrams. Que el verbo
espiritualiza, que la palabra derrama sobre quien la pronuncia su sedante acción
espiritualizadora, lo podemos observar en las facciones de aquellos que recitan o declaman.
Todos los pueblos están en relación con los idiomas que usan. Por esto, siempre me ha parecido importante de que en la Lengua Española no se tenga la h aspirada como en el
Alemán y otros idiomas, siendo ésta la razón de que a los nativos de cualquier parte de América, 
si quieren pronunciar esta letra, 
les sale como una g… Sin embargo, los originales del Continente Americano, 
conocían y han seguido conociendo hoy las hhh.
Los Mayas, por ejemplo, no tenían nombre para designar a Dios y al insistir uno de
los Conquistadores de que un Sacerdote Maya le expresara el nombre de la Divinidad, hizo
una aspiración en forma de hhhhh…
La hache es el aliento humano. Por eso en el tibetano, ALIENTO, es significado tan solo con una hache.
El Atman y el Brahman de los hindúes es puramente un inspirar y expirar de aire que representan, a la vez, los dos polos humanos, positivo y negativo. Curioso es, pues, que
los hebreos den tanta importancia a la H en Jahve. J-H-V-H, he aquí dos H para el nombre
de Dios.
ARNOLDO KRUMM HELLER 
(V.M. HUIRACOCHA)


LINK PARA LA DESCARGA DE EL LIBRO :LOGOS,MANTRAMS, MAGIA: http://www.upasika.com/docs/krumm/Krumm%20Heller%20-%20Logos%20Mantram%20Magia.pdf
GNOSISLEON@GMAIL.COM